LAS NOTICIAS PERDIDAS SON LAS RELEVANTES
UN FAMOSO CONCERTISTA, IGNORADO EN EL SUBTE
El reconocido violinísta Joshua Bell, tocó con un Stradivarius valuado en 3 millones de dólares, en un subterráneo de Washington, durante 43 minutos, y sólo unas 20 personas se detuvieron a escucharlo. Tres días antes, Bell había llenado el Boston Symphony Hall a 100 euros una butaca.
En lo que fue un curioso experimento sociológico, el diario estadounidense The Washington Post organizó una prueba para comprobar si la belleza de una melodía magistralmente interpretada podía frenar, al menos por unos minutos, el ritmo desesperado de una gran ciudad.
El concertista de violín Joshua Beil, de fama mundial y ex niño prodigio, se posó con su Stradivarius de 1713 -valuado en tres millones de dólares- en la estación de subte L”Enfant Plaza, en pleno corazón de Washington, un viernes a las 7.15 de la mañana (durante lo peor de la hora pico). Vestido con ropa informal, quien es considerado uno de los mejores intérpretes del mundo, ofreció seis piezas, entre ellas Chacona de la Partita número 2 en do menor, de Johann Sebastian Bach, durante 43 minutos. Pero no logró captar la atención de los ciudadanos, que creyeron que se trataba de un músico callejero más, según publicó The Washington Post.
De esa manera, se refutó la hipótesis de Leonard Slatkin, director de la Orquesta Sinfónica Nacional de EE.UU., que esperaba que Beli obtuviera una importante repercusión. Pero tras 43 minutos, habían pasado por el lugar 1.070 personas pero sólo 27 le dieron dinero y 7 se quedaron a escuchar. En total ganó u$s 32 y nadie lo reconoció.
“Era una sensación extraña, la gente me estaba... ignorando”, declaró Beli tras realizar la experiencia. Y agregó que se sintió extrañamente agradecido” cuando alguna persona tiraba una moneda a la funda de su violín. También expresó que el peor momento fue cuando terminaba una pieza y nadie aplaudía. Sólo una persona se detuvo seis minutos a escucharlo.
La experiencia era parte de una investigación realizada por el diario norteamericano: comprobar si la gente está en condiciones de reconocer la belleza. Tres días antes, BelI había llenado el Boston Symphony Hall a 100 euros la butaca. El director de la Orquesta Sinfónica Nacional de Estados Unidos estimó que el músico recaudaría unos u$s 150 y que de 1000 personas, un promedio de 35 se detendrían a escucharlo, pero sus predicciones no se cumplieron.
*Nota publicada en el portal “www.2Ominutos.es”
Comentarios
Si esto hubiera pasado en nuestro país, indudablemente algún vivito hubiera empezado a vender entradas inexistentes para "escucharlo"..
Muy buen artículo..
Vuelvo en breve..
Saludos desde aquí
Besos Nélida
(sospecho que en el teatro tampoco lo escuchan todos los que pagan la entrada)
Caemos en un pozo sin fondo.