Cometas en el cielo

  
Me tienen estalladas las pelotas con el sonsonete de la corrupción. No diré que es inevitable, ni que está bien, ni nada por el estilo, la corrupción es una cosa mala por definición, pero no debería ser el centro de la cuestión política, ni acá ni en el resto del mundo.

 Hasta Macri, el presidente más corrupto de todos fue Menem. Sus fechorías se dieron al menudeo y al por mayor. Uno recuerda casos como Los guardapolvos de Bauzá, La leche adulterada de Vicco, El caso Swift, entre las minucias, y el regalo que le hicieran de una Ferrari Testa Rossa por la privatización del gas. En las privatizaciones, con cientos de miles de millones de dólares, el Turco tuvo su récord de mordidas.

  Pero más allá de los campeones, ningún gobierno queda exento de un grado de corruptela,  gobiernos kirchneristas incluídos. Llegados a esa triste conclusión, quedan dos opciones. O la que más conviene al sistema, que es el discurso antipolítica, el de "todos roban", o bien evaluar si el conjunto de políticas de esos gobiernos son buenos o malos para el pueblo. Yo elijo la segunda. Porque, comparada con el desplazamiento de recursos desde los sectores pobres y medios hacia los sectores ricos, maniobra política absolutamente legal, la "mordida" de un jefe de compras, me parece una boludez insignificante. El funcionario tiene que ir en cana, pero no es ni la cuarta parte de ladrón que el millonario que se enriquece con la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.

 Hemos confundido la búsqueda de mierda ilegal de los gobiernos, con el periodismo valiente y combativo. En eso se basó la decepción de buena parte del progresismo argentino con Jorge Lanata. Cómo fue posible que quien dirigiera el diario que más denunció el latrocinio menemista, sea en verdad (o se convirtiera en) un chancho cómplice del capitalismo. Pues no, nunca fue otra cosa que este chancho. Porque, ¿qué puso a Página12 en la barricada de resistencia al menemato, qué le dio tanta preponderancia? Respuesta: los "carpetazos" entre las corrientes internas del gobierno menemista, eran Kohan contra Cavallo y Cavallo contra Kohan. Sobres con pruebas de la corrupción de la pandilla ajena. Página12 nunca descubrió nada que no le hayan permitido "investigar". A lo sumo tiraba de un piolín que se le daba. Pero Lanata nunca fue Lenin, ni Perón, ni Trotsky, fue y es un porteño canchero que la va de Michael Moore, muy cómodo en el capitalismo que colabora a empoderar. Si puso a llorar a una negrita famélica tucumana, el gesto no pasó del producto que parte de su audiencia necesitaba ver, como tácita consecuencia de un sistema injusto que se dejó avanzar.

  Porque 2001 no fue un producto de los dos años de descalabro de la Alianza, 2001 fue el estallido social inevitable de un modelo impuesto una década atrás. La Alianza (UCR-Frepaso) se hizo fuerte y ganó, justamente, por denunciar la corruptela, y se derrumbó por no advertir que la corrupción no era, ni de lejos, lo más grave que nos pasaba.

 Vengamos a la actualidad y los cuadernos y los arrepentidos. Leo a forros como Andahazi que retoman el cantito de "no vuelven más", dedicado a los kirchneristas, porque algunos funcionarios del kirchnerismo beneficiaban a empresarios a cambio de guita. Entonces, si hay curas bufarras, podríamos ir al Vaticano a gritarle al catolicismo que no vuelve más. Y sin embargo...

  ¿Qué dicen las fotocopias de los cuadernos del remisero escritor? Que hubo vueltos a cambio de hacerse de contrataciones para obra pública. Es decir plata proveniente del sector empresario y que iba a manos de funcionarios, plata que se usaría para campañas políticas o para hacer jacuzzis en sus mansiones. ¿Quién perdió, en ese proceso creíble aunque se verá si comprobable? La honestidad, me dirán los meadores de agua bendita. ¿Pero es el erario público el perjudicado? ¿Le sacó la comida de la boca a los pibes de los comedores, o eso lo están haciendo ahora los "honestos", los que pueden prescindir de las coimas porque son a la vez gobernantes y contratistas del Estado? ¿No amaña licitaciones Macri para que le caigan a la famiglia? Sí, pero la sociedad estúpida no tiene algo tan explícito como plata en bolsos y cuadernos. La corrupción llevada adelante con sociedades fantasma y puesto el botín en paraísos fiscales sí se puede ver. O no, no existe porque no se puede ver.

  Mientras tanto nos estamos cayendo a un precipicio, empujados por una fuerza que no viene de unos grotescos bolsos con guita, viene de una política económica entreguista, apátrida y asesina, que los republicanos intermitentes ni empiezan a denunciar, porque siguen comiendo del afrecho con que Clarín y Bonadío siguen alimentando el ganado antiperonista y antipopular.

  Les indigna más una opereta disfrazada de justicia que el asuntito de que a los comedores infantiles (que antes se llamaban escuelas) les lleguen raciones consistentes en un gajo de mandarina y un cuarto de vainilla. Y si digo esto, replicarán que esta miseria es producto de que ze dobadon todo. A ver, hijo de la mierda, señalame con un dedo adónde está todo eso que se dobadon. Hace diez años que lo están buscando, cavan zanjas, abren bóvedas, exprimen Panamá Papers, torturan a los Paradise Papers y lo único que sale es corrupción de Macri y su familia mafiosa. Chupame un huevo vos y toda tu pose anti corrupción. Dejame que me quede en mi moral dudosa, que me hace preferir una coima pagada por un empresario para hacer una ruta, antes que una torta de guita del narcotráfico que entra a la campaña de Vidal y Macri, blanqueada con el robo de identidad a los más pobres de entre los pobres. Que vayan todos en cana, pero vos y yo jamás vamos a estar del mismo lado.

Levantá el dedito y metételo en el orto.

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