No me arrepiento de este amor



 Amo a Cristina. Amo a Cristina y la amo más cuanto más la odian, la amo en exacta proporción a lo incomprensible que les resulta mi amor, y el de tantos otros. Pero no pasa nada si hago otro intento por explicarlo.
 Cristina encarna una manera de ver el país y su contexto, aunque no sea la única inventora de esas visiones. Encarna, dije. Resulta la encarnación de viejos anhelos, expresados -por ejemplo- en aquéllas asambleas populares de 2002, el año después del que se fue todo a la mierda. Quien haya estado en alguna plaza recordará alguna de las ideas que se nos ocurrían cuando creímos que se habían ido todos: revisar la deuda, asignación universal por hijo (derecho que reclamaba en 2001 el Frente Nacional contra la Pobreza), estímulo del consumo y de la producción nacional, juicio y castigo a los responsables de la dictadura cívico militar. Una brainstorm de necesidades obvias, toda vez que las ideas contrarias nos habían llevado al default, al trueque y a la miseria.

 Néstor primero y Cristina más tarde tomarían esas banderas y las llevarían adelante, con una determinación de la que no conocíamos antecedentes, con una carga simbólica que nos aflojó los dientes, como aquél gesto de bajar los cuadros.

  Los primeros años (este mismo blog está lleno de artículos de acompañamiento crítico y despegado que ni a mí me gustan mucho ahora) me encontraron desconfiado, receloso, como lo estuve siempre ante el peronismo. Porque también había visto el ascenso y traición de Menem, de la Revolución Productiva y el Salariazo y a cogernos con Bunge & Born y después Cavallo. A Cristina la había entrevistado un par de veces como Senadora y sabía de su coraje: ella sola se bancó en la Cámara Alta la defensa de los hielos continentales; sola, mujer, ante toda la monada machirula y menemista, sin sororas que la bancaran. Pero Néstor era delfín de Duhalde, era el chirolita... en fin, lo que sabemos.
 La cabeza me la tallaron sus enemigos, Clarín ("la prensa"), la Sociedad Rural ("la fuerza productiva de la patria"). Así como los amigos de mis amigos son mis amigos, los enemigos de mis enemigos también. Algo estaba bien si los factores de poder más de mierda de este país se empecinaban en hacerles la guerra. Néstor pidiendo perdón desde el Estado argentino, Néstor preguntando si Clarín estaba nervioso, Néstor en tandem con el dream team de la nueva ola: Chávez, Evo, Lula, Rafa. Néstor cagándole la cumbre de las Américas y su Alca a GEORGE BUSH!!! A GEORGE WALKER BUSH, ENTENDÉS!?

 La Argentina cayó en una grieta bélica entre los que representaban a la oligarquía con olor a bosta y los que militaban repartir la riqueza. Tan simple como eso. Bastó que Néstor muriera para tomar plena nota de cuánto nos hacía falta. Pero Cristina, contra esos poderes y contra su propio dolor, avanzó, trayendo a la agenda asuntos que no se me habían ocurrido nunca, como computadoras para los pibes y casamientos para personas del mismo sexo. Eso es un/una líder para mí, quien pretende  y procura beneficios que ni siquiera estaban en nuestros sueños.

 Saltando a la actualidad, los odiadores del kirchnerismo creen haber encontrado la piedra roseta de una especie de mentira, la prueba acabada de que esos 12 años consistieron en un robo. Combinan la operación mediático judicial de los cuadernos, con las inevitables imperfecciones de esa docena de años  creen que con eso no se vuelve más. Que en el kirchnerismo todos chorros, que no cambió la matriz productiva, que no habilitó el debate para el aborto y cuanto cosa encuentran la tiran al paso para decirnos que no hay que amar lo que amamos. Chupenlá, agentes de aquél lado de la grieta. Me basta señalar a Cecilia Pando en la gerontomarcha del otro día, para confirmarme de qué lado me quedo. Si están Madres y Abuelas me quedo, si está la Pando me morí en la plaza y quedó mi cuerpo tirado donde caminan los horribles.

 Me gustaría que Cristina sea otra vez presidenta, no sé si podrá. Pero disfruto muchísimo de la inquietud que les genera que crezca en las encuestas cuando más la atacan. 
¿Por qué será, che? ¿Será que algo de memoria tiene el pueblo argentino, que sabe que nunca estuvo mejor que cuando nos dicen que estábamos mal?

 Tendrá un 30%, por ahí no alcanza. Pero el kirchnerismo no sólo es más fuerte en la calle que en los palacios, sino que es más que Cristina. Cristina es el ibupirac, el kirchnerismo es el ibuprofeno, para decirlo de una manera que se entienda, el kirchnerismo es el ibuprofeno. 
Hay un amplísimo sector de nuestra sociedad que sabe -y vive en carne propia- que el neoliberalismo destruye, reprime y mata, que el neoliberalismo hace de la economía una timba, te endeuda, te somete, te pone de rodillas. Ese sector, donde hay una enorme cantidad de pibes y pibas, va a pararse contra esta mierda más temprano que tarde. Los pibes y pibas se cagan de frío en las escuelas, se empieza a cagar de hambre mal y no hay TN ni Fantinos que los convenzan de que pedir calor y comida es mucho pedir. Porque además habemos padres que enseñamos historia en casa.
   Ahora esta opereta de mani pulite; investigan coimas en la obra pública, justo en el gobierno más emblemático de la patria contratista de toda la historia argentina, en el gobierno de la pandilla de Macri!!! ¿Qué puede salirles mal?

 Cristina va a volver, como ella misma o en forma de fichas, como Alf. 
Va a volver, porque todo lo que representa está grabado en el corazón de mucho más de la mitad del pueblo, sólo faltará que tome forma. 
Porque los quiebres de la historia no avisan, no se preanuncian para darle esperanzas a los desesperanzados.

Juguetes perdidos

Banderas en tu corazón,
yo quiero verlas!
ondeando, luzca el sol o no
Banderas rojas! Banderas negras!
de lienzo blanco en tu corazón.

Perfume al filo del dolor,
así, invisible
licor venéreo del amor
que está en las pieles,
sedas de sedas
que guarda nombres en tu corazón.

Son pájaros de la noche
que oímos cantar y nunca vemos.
Cuando el granizo golpeó,
la campana sonó,
despertó sus tristezas atronando sus nidos.

Esperando allí nomás,
en el camino,
la bella señora está desencarnada.
Cuando la noche es más oscura
se viene el día en tu corazón.

Estás cambiando más que yo.
Yira! Yira! Yira!
Asusta un poco verte así.
Yira! Yira! Yira!
Cuanto más alto trepa el monito
(así es la vida) el culo más se le ve.

Yo sé que no puedo darte
algo más que un par de promesas...
ticks de la revolución
implacable rocanrol
y un par de sienes ardientes
que son todo el tesoro.

Tan veloces son!
Como borrones (así, veloces)
hundiendo el acelerador,
atragantados por los licores,
soplando brasas en tu corazón.

Vas a robarle el gorro al diablo, así,
adorándolo como quiere él, engañándolo.
Sin tus banderas
sedas de sedas
que guardan nombres en tu corazón.
Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nene
oh - oh - oh -
Por primera vez vas a robar algo más que puta guita

Cuando la noche es más oscura
se viene el día en tu corazón.
Sin ese diablo que mea en todas partes
y en ningún lado hace espuma. 

Viva Perón!
(primera vez en mi vida que lo digo no estando en pedo)



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