Mis celáneas
Querido amigo. Si todavía no fuiste a ver los dibujos de un servidor andá, están en el CC América Libre, 20 de septiembre y san martín, lindo lugar si los hay.
Fue hermosa la inauguración, un contento para uno que necesitaba un abrazote de todos sus afectos: familia, amigos, compañeros de laburo y del camino, oyentes parlantes, hijas, seres que le hacen a uno la vida mas fácil.
El otro día me enteré que murió el chileno. Era quien cuidaba los coches frente a la librería, un hombre simpático y bueno. Palmó de cirrosis y de soledad. Nos debe haber dejado desde una lejana cama del Interzonal. Lo reemplazó un flaco alto y chueco con pocos dientes pero también con esa simpatía callejera, de esa que se forja en la charla casual, conociendo estacionadores y perros alimentados por tenderos.
El flaco éste me ofreció un cigarrillo el otro día. Como también me convidó fuego le dije "ah pero tenés de todo". Y me dijo que ya quisiera tenerlo todo y lo feliz que sería. Pero después me aclaró "sabés que quiero flaco? un casa, me gustaría tener una casa. Y una familia que me espere. Yo tengo que aguantarme a los viejos pelotudos del hotel porque no pude hacerme un hogar". Y yo, que iba con mi carro de llevar libros y que por ahí me quejo de mi ego mancillado, me quedé pensando en todo lo que uno se olvida de valorar, justamente esas cosas importantes.
Osvaldo cayó a la muestra mientras todavía pegaba los papelitos de cómo se llama cada cosa. Me trajo saludos de Mabel que andaba con neumonía, un abrazo y una noticia en un papel doblado. Era de un artista al que un grupo de católicos forros no lo dejaron exponer. Me pidió que lo difundiera y eso hago. Podés leerla clickando en la frase subrayada.
Hoy me visitó la hermosa Laurita, una alumna egresada de eter locución. Me contó cómo se quedó sin un laburo (que no te merecía Lau) por defender sus ideas. Me lo contó a la pasada pero me hizo crecer un metro. Si uno sabe escuchar a quien hay que escuchar, siempre crece. La integridad se lee en los ojos de esta flaca. La guita va y viene, los principios y la moral y la valentía se van y se van donde uno les afloja. Hay demasiadas sillas donde sentarse. Como dijo Mafalda, aprovechemos a cambiar el mundo, antes de que el mundo nos cambie a nosotros.
Tengo ganas de seguir pintando y la pintura, creo, tiene ganas de dejarse esparcir por mí.
Buenas noches.
Jorge
Fue hermosa la inauguración, un contento para uno que necesitaba un abrazote de todos sus afectos: familia, amigos, compañeros de laburo y del camino, oyentes parlantes, hijas, seres que le hacen a uno la vida mas fácil.
El otro día me enteré que murió el chileno. Era quien cuidaba los coches frente a la librería, un hombre simpático y bueno. Palmó de cirrosis y de soledad. Nos debe haber dejado desde una lejana cama del Interzonal. Lo reemplazó un flaco alto y chueco con pocos dientes pero también con esa simpatía callejera, de esa que se forja en la charla casual, conociendo estacionadores y perros alimentados por tenderos.
El flaco éste me ofreció un cigarrillo el otro día. Como también me convidó fuego le dije "ah pero tenés de todo". Y me dijo que ya quisiera tenerlo todo y lo feliz que sería. Pero después me aclaró "sabés que quiero flaco? un casa, me gustaría tener una casa. Y una familia que me espere. Yo tengo que aguantarme a los viejos pelotudos del hotel porque no pude hacerme un hogar". Y yo, que iba con mi carro de llevar libros y que por ahí me quejo de mi ego mancillado, me quedé pensando en todo lo que uno se olvida de valorar, justamente esas cosas importantes.
Osvaldo cayó a la muestra mientras todavía pegaba los papelitos de cómo se llama cada cosa. Me trajo saludos de Mabel que andaba con neumonía, un abrazo y una noticia en un papel doblado. Era de un artista al que un grupo de católicos forros no lo dejaron exponer. Me pidió que lo difundiera y eso hago. Podés leerla clickando en la frase subrayada.
Hoy me visitó la hermosa Laurita, una alumna egresada de eter locución. Me contó cómo se quedó sin un laburo (que no te merecía Lau) por defender sus ideas. Me lo contó a la pasada pero me hizo crecer un metro. Si uno sabe escuchar a quien hay que escuchar, siempre crece. La integridad se lee en los ojos de esta flaca. La guita va y viene, los principios y la moral y la valentía se van y se van donde uno les afloja. Hay demasiadas sillas donde sentarse. Como dijo Mafalda, aprovechemos a cambiar el mundo, antes de que el mundo nos cambie a nosotros.
Tengo ganas de seguir pintando y la pintura, creo, tiene ganas de dejarse esparcir por mí.
Buenas noches.
Jorge
Comentarios
Ayer sin haber leido tu nota fuí a ver la muestra y me encantó a pesar que no entiendo mucho de pintura ,pero me parece que se trata de si te sugiere algo o no .te felicito de corazón.
¿el cuidador era de Belgrano entre Yrigoyen y Mitre ?(los datos son similares)me apenaria mucho porque también lo aprecimos y ya no lo vemos.
Y si uno lamentablemente (a veces) valora las cosas cuando las pierde,Hay que dar gracias por la salud ,la familia ,los hijos sanos y buenos ,lo demás como vos decís va y viene.¡seguí pintando!
besos a todos Nélida.