Al fondo que hay lugal

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  Como a japoneses en un subte, en los tiempos por venir nos van a empujar hacia el centro del espectro político. Oriundos tanto de las estaciones de la izquierda como de la derecha, este embutido en vagones variopintos, ajenos a nuestras respectivas tribus, estará signado por el asqueroso tufo de lo alterno, del olor a caca disimulado a fósforo de los que suban con un pasado repudiable.

  Entiendo que este apretuje será más incómodo cuanto menor sea el tiempo que llevamos  cada une comprendiendo las lógicas peronistas. Y ni hablar si el bagaje peronchoide que se lleva se limita a la figura de Cristina, ahí se puede complicar. Del acto del sábado, del spot que se armó con imágenes de ahí y de cierta actitud de la propia CFK, me voy haciendo la idea que van a "nestorizar" y a un tiempo "descristinizar" la campaña. Y no sólo desde el discurso, lo que hará más difícil el tenedor libre de batracios que lleguen en consecuencia.

  Es como que han puesto un deck por encima de la subgrieta panjusticialista, a ver quién cruza antes de que se cierre el portal. Lo fascinante de la política es que varias hipótesis (totalmente contrarias entre sí) podrían caber por igual. Lo loco es que me hallo cruzando los dedos para que se avenga a ser candidato a gobernador de este lado la rata rafañosa de Sergio Massa, bazofia de la Embajada al que me juré cortarme el brazo y la chota antes que votarle.

  Un poco se llama Realpolitik, otro poco pragmatismo y tiene mucho de desesperación. Esto no se trata de los colores más bonitos o que los candidatos sean representativos. Se trata de romperle el ojete a votos a Macri en Octubre, de ganarle en primera vuelta con los muñecos que se puedan juntar.

  El tema es después. Se dirá, con Pichuco, qué importa del después. Pero a cada rato perdemos de vista que lo que está en juego no es, exclusivamente, un resultado electoral. Lo que está en juego es qué medidas se van a tomar para salir de este incendio mezclado con terremoto e inundación. Ahí, recién ahí, en diciembre, es donde pueden empezar a aparecer las piñas dentro del vagón. Porque quiero creer que este rejunte es un truco para que piquen los indecisos, no una resignación previa de los objetivos de máxima que llevamos en el pecho. Ejemplo: la DEUDA la tienen que pagar ELLOS, los que la juntaron en pala en estos tiempos. Patada al Fondo (racional, a la otra sólo la puede conjurar el FIT, porque sabe que no va a ganar y como siempre se da el lujo de boquear que son bravísimes), soberanía económica y política para salir de este desastre al que nos empujó el organismo sosteniendo al idiota.
  Porque no quisiera creer que estamos edulcorando una pastilla que termine siendo un placebo. Como aquella anécdota atribuida a Einstein. Dicen que daba una charla en la que explicaba su Teoría de la Relatividad General y que al final preguntó si la entendían. No la entendían. Empezó a explicarla de otra manera, más simple. Seguían no cazando un palo. Volvió a explicarla a prueba de pelotudos. ¿Ahora la entienden? - Siiiii. Bueno, ya no es más la Teoría de la Relatividad General.

Que no nos pase. Sinceramente ahí nos bajaremos muchos.

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