Marco Polo


 
Me he pasado muchas horas jugando al Age of Emprires II, tal vez el juego más conocido de los de "armar civilizaciones".
  Al comienzo de este juego para computadoras, únicamente se nos hace visible nuestra pequeña aldea; todo el resto del mapa, el inexplorado, se encuentra negro. Será con el desplazamiento de nuestra pequeña sociedad que el territorio irá siendo revelado, dejando de ser un manto de oscuridad para mostrar sus árboles, su flora y su fauna. Básicamente, vamos a develar lo oculto ni bien nos motive la necesidad de recursos para construir nuestro dominio.
  En eso pensaba recién, tratando de encontrar noticias sobre África. Suelo escapar al impulso de preocuparme por lo que las agencias de noticias mundiales creen necesario. Esta vez es el segundo negro asesinado por el sistema blanco norteamericano. ¿Y el Ébola? ¿Terminó? ¿Terminó en todos lados o algo pasa aún en su continente originario? Y allí me puse a buscar.
  Las noticias africanas que ven la luz son aquellas que importan a los países centrales. Las noticias que se generan sobre África tienen la preeminencia de los recursos que subyacen. Dame oro, diamantes, petróleo o un mercado emergente a conquistar, y te daremos carácter noticiable. Carecé de todo ello y permanecerás en el lado oscuro del mundo, acaso hasta que una catástrofe humanitaria convierta en mercancía adquirible (por las nobles conciencias centralistas) los padecimientos de tu pueblo. Lo mismo que ocurre cuando se inundan los barrios más pobres de mi ciudad!
  Y es que la lógica de la generación de noticias que aplica al continente africana, lo hace también al resto del planeta. Es básico, es primigenio. Las ciudades "existentes" están todas a la vera de un gran río, o a la vera del mar. Lo demás es negro, lo demás no nace nunca, ni nacerá en este sistema.

Si no hay interés no habrá noticia. Si no hay noticia no habrá poder. Sin poder no se generará riqueza. Sin riqueza no habrá bienestar. Y todo así.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CARTA ABIERTA A LA SEÑO DE JARDÍN

Cómo se hace para comer un durazno, si uno quiere comer uno.(reedición)

Rumbos