Ahora sí
Así que ya estará conforme el mercado. Me ganó. Listo. Como El Rinoceronte de Eugene Ionesco:
Acto tercero
La escena tiene lugar en casa de Berenguer. Los rinocerontes, cada vez más agresivos, no cesan de correr por la calle. Le va a visitar Dudard, que quita importancia al fenómeno (“De todos modos, no es enfermedad mortal. Hay enfermedades que son sanas. Estoy convencido de que se cura uno si quiere. Ya se les pasará.”), y comenta a Berenguer que el propio señor Papillón se ha transformado en paquidermo. Berenguer se indigna, y Dudard reprocha a su colega su intolerancia. Llega Daisy con la comida y comentando que Botard es ya un rinoceronte, mientras Dudard va en busca de la manada (“¡Tengo escrúpulos! ¡Mi deber me obliga a seguir a mis jefes y mis camaradas para lo mejor y para lo peor!”). Daisy y Berenguer quedan solos, hacen planes de futuro… pero presionada por las circunstancias, Daisy sucumbe y se reúne con los rinocerontes (“Son dioses”).Berenguer queda solo delante del espejo. ¿Qué hacer? Decide resistir: “¡Soy el último hombre, seguiré siéndolo hasta el fin! ¡No capitulo!”.
Comentarios
También puede pegarle un lindo martillazo y arrojarlo a la basura, olvidando por completo que existió por un breve lapso de tiempo en su existencia.