El cine que no miramos
No hago crítica de cine por dos razones. Una es que no soy docto en el tema, y la otra es que no voy al cine a menudo. Ayer fuí. Sufrí. Sí, sufrí mucho.
Por eso pido permiso a los presentes para explayarme sobre una película argentina y dirigirme a su guionista y directora, la Sra. o Srta. Paula Hernández.
Decime, querida, qué viene a ser ésto? Es un trabajo práctico en una escuela de cine? Te lo aprobaron?
La película es tan linda como un alfajor de caca. La mujer de Vicentico se pudrió del esposo y vive en el auto. El hijo de Alterio se vino de España para desalojar el departamento de su padre moribundo (interpretado en el film por una mano). Se encuentran de casualidad cuando él se sube al auto y empieza una escalada pedorra de conocimiento mutuo que desemboca en un polvo un rato antes de que él se las tome. Y eso no es la sinòpsis, es toda la película que anoche vimos 8 espectadores.
No sé lo que es aburrirse, no existe en mí esa sensación. Aún en los momentos más embolantes, encuentro algo que pensar o que mirar o imaginar para sacarme el tedio. Claro, eso si no me obligan a estar 104 minutos mirando una pantalla mortíferamente embolante.
Encima de que EN LA PELÍCULA NO PASA NADA, las nadas están entrecortadas por eternas escenas del pibe Alterio mirando cositas en el departamento, un peine con un pelo por ejemplo. Por supuesto tú, Paulita, le metiste una musiquita adecuada para resaltar la carga dramática. Cómo les explico la música que le pone esta yegua. Imaginen una caldera dando un sonido vibratorio y monótono. A eso súmenle un pianito que cada cuatro segundos hace clan clan clun. Esos eran los peores momentos. Sé que después del primer disparo a la cabeza uno ya muere. Pero me imaginaba dándome 8 tiros al cráneo con el placer de escuchar hasta el último.
Guión: Espantoso y previsible. Como por ejemplo que deje de llover sobre el final, cuando la mujer de Vicentico se pone feliz por algo. O que al principio de la película discuta con un mozo que sólo quería una medialuna aunque la oferta sea por tres y al final de la película, después de hacerse un evatest (que queda en un elegante misterio) y cuando salió el sol, se manduque las tres.
Iluminación: Paulita, ponele luz a la película, la recalcada concha de tu madre! Mis pupilas se aguantaron todas tus penumbras pseudoartísticas dilatadas como si me hubiesen hecho un fondo de ojos. Del oscurito pasamos al penumbroso, de ahí a la pantalla negra y de ahí a un cono de sombras. Para eso no voy al cine, me duermo o me quedo en vela toda la noche!
Actuaciones: Hicieron lo posible con lo que les dieron. El niño Alterio parece un pelotudo de principio a fin. Ella es natural, como cualquier chica que uno ve sin pagar una entrada de cine.
Ojo, no voy a reclamarte que me devuelvas los 20 mangos de la entrada, sería como ir a reclamar al casino que no salió mi número. Pero devolveme en algún comercial esta hora y media tirada por la ventana, que definitivamente somos mortales.
Fotografía: Poca luz. Elijo la que el gallego tira los remedios de la heladera.
Esta película va a arrasar en España, actúa uno que habla como ellos. Además Lluvia cuenta con un exotismo rasca que allá no se debe conseguir. Y posiblemente obtenga una palma en Cannes, porque al final hay una canción en francés (que no es de Carla Bruni) y la película te palma.
Que la disfruten.
Comentarios
Acerté?.
Saludos
salud y buenos alimentos
Lo sospeché desde un principio...