Presentismo Perfecto
Recuerdo un texto de Bradbury que venía en un libro de Castellano que armaba para los secundarios marplatenses la librería Pardiñas. No quiero ir a Google a confirmarlo, supongo que se trataba de "Y vendrán lluvias suaves". Si la profesora Musso de Diez me preguntara su síntesis, creo que se trataba de que las máquinas finalmente se apoderaban del mundo y el hombre se extinguía.
Tengo tres lugares de trabajo (comer ya no es tan fácil) y además está mi casa. Donde voy hay una máquina esperándome, un pantalla, conexión a Internet. Recorro en cada lado los mismos sitios, mi navegación por el ciberespacio tiene menos onda que Buequebús. En cada monitor tecleo las misma constraseñas, abro los mismos programas y hasta juego al Carta Blanca repetidamente.
A mis informativos en la radio los escribía a máquina, dos copias con papel carbónico. Después, a las "hojas de ruta" del noticiero de canal 8, una vez terminadas a mano, debía ir volando a fotocopiarlas en la máquina de Contaduría. Y se me ocurren mil ejemplos más de aquél pasado no tecnificado, desde las cartas con ribetes celestes de Vía Aérea, hasta la total ausencia de celulares en mi vida (cosa que aun puedo gritar con orgullo: YO-NO-TENGO-CELULAR).
No quiero hacer un lacrimoso canto retro al mundo que dejamos atrás. Sólo es que temo que un día las computadoras resuelvan prescindir de nosotros y hasta jueguen al solitario solas.
PD: qué alucinante cuando Los Picapiedras visitan a Los Supersónicos
Comentarios
Salud y gozo.
Todo esta en el uso que se les da.
Creer que porque tenemos celulares y nos conectamos en la red, estamos mas comunicados, es una absurda falacia.
Coincido con el comentario de Gabriela.En una epoca recibia y escribia muchas cartas, ahora las personas con las cuales me escribia, no solo no me contestan los mails que les mando,sino que me envian esas cadenas insoportables, que me caen de rebote por estar en una lista de contactos
Un abrazo y hasta siempre. y aunque a Jorge no le guste, feliz año nuevo