Meritocracia


  M lloraba. Lloró en la primera hora, en la segunda materia y en la tercera. Alguien le preguntó por qué lloraba y M contó. M contó que estaba a prueba en un call center, que no le gustaba pero que necesitaba trabajar, contó cómo era que la escuchaba el supervisor mientras la gente la puteaba, M contó que colgaron billetes de un piolín para que los trabajadores del call recordaran la meta.
Billetes colgados, como zanahorias para burros.

Sí, M, dan ganas de llorar

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