Boletos
Ignoro por completo como se compone el Concejo Deliberante. Sé que Vanesa hace lo mismo. En épocas pretéritas en que hacíamos El Puente, era todo un desafío conocer el nombre de uno y cada uno de los curules, sus conexiones ideológicas, las bancadas a las que pertenecían por el voto o por sus borocoteadas, las comisiones de las que eran parte.
Como director de la carrera de Periodismo en Eter, no debería hacer confesiones de esta naturaleza, sobre todo por la desinformación de la que nos cuesta sacar a los alumnos. Pero me justificaré diciendo que, en todo caso, la incorporación de esos datos no lleva más que una mañana dibujando sobre una hoja el plano del cuerpo deliberativo. Mi reconocimiento apunta a poner énfasis en la unidireccionalidad de una de las partes en que se divide el poder local. Bah, el poder local. Bueno sí, el poder local verdadero utilizando el poder formal.
No teniendo la obligación de hablar por un micrófono todas las mañanas, emprendo la lectura de los diarios por donde me place. Tengo días más amarillistas (donde atiendo la paternidad de un pendejo británico), días más internacionalistas para ver de qué va la cosa por el mundo y días en que le entro a La Capital.
El otro día la foto mostraba a un grupo de concejales más o menos kirchneristas en el momento en que resolvían que, no hallando grandes reparos para aumentar el boleto, le dejaban la atribución a Pulti.
Y hoy, páfate, boleto a 1,60. Una mierda. Y lo peor es que es una mierda tan conocida. Sé que en La Capital están chorreando justificaciones para el aumento, así que no me pondré a cuestionar la medida, porque se ve que los empresarios no daban más.
Lo que me genera sí es una cierta melancolía de mí mismo, cuando creía que el concejal del MID, sólo su alma en medio de tanto buitre cipayo sería capaz de alzar su voz contra lo que todos callaban, aún a costa de enojar a la pandilla censuradora de Don Aldrey, que si no le caías en gracia te recortaba la foto (una vez la pasó a Medina).
Va aumento de boleto, abrí la boca abrí el culo. La política más que nunca se ha hecho pragmática. Son tantas las cosas que resolver en medio de las elecciones de este año, que ya nadie se molesta en impostar una voz airada.
Por otro lado leo una nota de Feimman, José Pablo. Hace toda una historia sobre unos criminales de la dictadura y termina anticipándose a los gorilas que lo toman (a él y a otros progresistas) por idiota útil de los K, embelesados todos ellos por el discurso reparador de las heridas dictatoriales. Sí, son eso amigos progresistas. Por más que sus lamentables opositores sean harto peores, no hacer media referencia al bochorno de Cristina calzándose el chambergo para mostrarse en Tartagal como si ahora sí (antes no) esa pobre gente necesitara ayuda, me dan muchísimas ganas de vomitar sobre ellos. Sobre Feimman, sobre Leon Gieco, sobre.... gente que fue referente en otras épocas. Referentes por haber caminado el país o sus ideas, por ponerse del lado de los pobres desde cualquier palo. Hoy todos pegoteados en un frente común contra el malito de Duhalde que si llega per se (o por las interpósitas personas de Macri, Carrió, ruralistas, Pando) nos trae un capitalismo malo pero malo en serio. No como éste en que te aumentan el boleto sin aumentarte los sueldos, te sacan el pan de la boca y los lápices de la cartuchera, pero se reúnen con Fidel.
Qué bien estábamos antes cuando estábamos mal.
Como director de la carrera de Periodismo en Eter, no debería hacer confesiones de esta naturaleza, sobre todo por la desinformación de la que nos cuesta sacar a los alumnos. Pero me justificaré diciendo que, en todo caso, la incorporación de esos datos no lleva más que una mañana dibujando sobre una hoja el plano del cuerpo deliberativo. Mi reconocimiento apunta a poner énfasis en la unidireccionalidad de una de las partes en que se divide el poder local. Bah, el poder local. Bueno sí, el poder local verdadero utilizando el poder formal.
No teniendo la obligación de hablar por un micrófono todas las mañanas, emprendo la lectura de los diarios por donde me place. Tengo días más amarillistas (donde atiendo la paternidad de un pendejo británico), días más internacionalistas para ver de qué va la cosa por el mundo y días en que le entro a La Capital.
El otro día la foto mostraba a un grupo de concejales más o menos kirchneristas en el momento en que resolvían que, no hallando grandes reparos para aumentar el boleto, le dejaban la atribución a Pulti.
Y hoy, páfate, boleto a 1,60. Una mierda. Y lo peor es que es una mierda tan conocida. Sé que en La Capital están chorreando justificaciones para el aumento, así que no me pondré a cuestionar la medida, porque se ve que los empresarios no daban más.
Lo que me genera sí es una cierta melancolía de mí mismo, cuando creía que el concejal del MID, sólo su alma en medio de tanto buitre cipayo sería capaz de alzar su voz contra lo que todos callaban, aún a costa de enojar a la pandilla censuradora de Don Aldrey, que si no le caías en gracia te recortaba la foto (una vez la pasó a Medina).
Va aumento de boleto, abrí la boca abrí el culo. La política más que nunca se ha hecho pragmática. Son tantas las cosas que resolver en medio de las elecciones de este año, que ya nadie se molesta en impostar una voz airada.
Por otro lado leo una nota de Feimman, José Pablo. Hace toda una historia sobre unos criminales de la dictadura y termina anticipándose a los gorilas que lo toman (a él y a otros progresistas) por idiota útil de los K, embelesados todos ellos por el discurso reparador de las heridas dictatoriales. Sí, son eso amigos progresistas. Por más que sus lamentables opositores sean harto peores, no hacer media referencia al bochorno de Cristina calzándose el chambergo para mostrarse en Tartagal como si ahora sí (antes no) esa pobre gente necesitara ayuda, me dan muchísimas ganas de vomitar sobre ellos. Sobre Feimman, sobre Leon Gieco, sobre.... gente que fue referente en otras épocas. Referentes por haber caminado el país o sus ideas, por ponerse del lado de los pobres desde cualquier palo. Hoy todos pegoteados en un frente común contra el malito de Duhalde que si llega per se (o por las interpósitas personas de Macri, Carrió, ruralistas, Pando) nos trae un capitalismo malo pero malo en serio. No como éste en que te aumentan el boleto sin aumentarte los sueldos, te sacan el pan de la boca y los lápices de la cartuchera, pero se reúnen con Fidel.
Qué bien estábamos antes cuando estábamos mal.
Comentarios
Y estos temas me llevan a una contradiccion interna: porque si no reclamamos, y aceptamos todo, sentis que no puede ser, que algun dia tiene que ganar la gente común, y si realmente salis a protestar te sentis igual un pelotudo, porque todos sabemos que no les importa nada, que los políticos actúan como si gerenciaran una empresa y no una ciudad o un país.
Si tuviera dos casas te daría una
Si tuviera dos veleros te daria uno
Pan no te doy porque tengo
Osvaldo
Son bastantes h' de puta .
Tienen financiaciòn de afuera ,tal vez algùn que otro peso que zafaron de la quiebra mundial que quieren invertir en la pampa hùmeda.
Por eso este "entrevero"tan soberano: antirosistas ,judios y fervientes peronistas al mismo tiempo.
Sobre todo "intelectuales"en el MOVIMIENTO POLITICO DE LAS ALPARGATAS.