Noche y día
De noche: Puedo escribir los versos más tristes, los ensayos más sesudos, los artículos más comprometidos.
De día: Me demoro, me olvido, me hablan. A veces llego a escribir un 22,4% de lo que pensé.
De noche: Diseño artefactos, perfecciono dispositivos de todo tipo, esculpo, dibujo.
De día: hace dos semanas debí haber llamado al plomero, ya que no sé cambiar el flotante del baño.
De noche: Urdo astutas venganzas contra mis enemigos. Refino métodos homicidas y elaboro crímenes perfectos que hasta belleza tienen.
De día: si alguien me pisa en el supermercado, en vez de decir "idiota, fijate donde caminás" digo "uy disculpame".
De noche: acomodo en una mesa imaginaria los fragmentos del día. Olores que me dieron nostalgia, gestos y risas excitantes, sonidos que asocié con otros sonidos, conocimientos que completan ignorancias.
De día: me quemo la cabeza haciendo zapping.
De noche: siento que el día debería tener 36 hs. para hacer lo que quiero.
De día: siento que la tarde debería tener más horas para que me entre toda la siesta que necesito dormir.
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