17/10
Decirse católico es decir nada Yo lo fui, y estaba convencido de que el bien estaba en el catolicismo. Pero después conocí personas ateas con eso que yo consideraba “sensibilidad cristiana”, así como había conocido a gente con todo el rótulo de Católicos Apostólicos y Romanos que eran un canto a la hipocresía, terribles soretes que se persignaban y comulgaban todos los domingos. Cada uno se cuelga una cocarda, un gafete que supuestamente lo identifica Vegano, Marxista, Feminista, Monógamo, Melómano, Dipsómano, Misántropo, Hedonista, Guevarista, Ebanista, Evasor, Censor, Cuentapropísta, Licenciado en Comunicación, psiquiátrico, onanista, fisicoculturista, ascensorista, cartero, partera, abortera, carnívoro, frugívoro, heterosexual, papanatas, voluntarioso, haragán. Nos definen los actos, el todo, la suma de las acciones, la suma de las decisiones, incluyendo las equivocadas. Yo fui un borrego de izquierdas y gorila. Creía del peronismo que era una excusa que abarcaba demas