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Mostrando entradas de 2009

Aire

En mi ciudad el aire se detuvo. No que paró el viento, ni baja presión: el aire se detuvo por completo. Tan extraño es, que me siento en necesidad de explicar sus consecuencias. Cuando el aire fluye como debería ser, las fauces humanas y animales, las hojas de las plantas, reciben oxígeno mezclado con otros gases de manera contínua. Es como tomar el caldo de una sopa. Uno chupa el caldo más cercano en la cuchara y luego viene a la boca el caldo que rodea a los fideos, hasta que quedan solo éstos pegados y uno los come y recarga sin dejar de sentir el líquido en la lengua. El movimiento del aire ayuda a tener una constante provisión de oxígeno. Cuando mucho, puede pasar que por un incendio o el escape de un auto, éste venga algo reducido, pero el gas vital llega lo mismo. Como en mi ciudad se detuvo el aire, están pasando cosas extrañas. Las personas deben moverse todo el tiempo como tiburones. Agotado el oxígeno de la inhalada de acá, deben dar la siguiente un paso más allá, gene

La seguridad

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Le comentaba a alguien de una barrita de amigos que se formó en la cuadra. Y concluímos que era raro que esto pase en los tiempos que corren. Los chicos ya no salen, están de la casa a la escuela, de la escuela a la colonia o en la habitación con el celular o la play. Y no sólo ellos, también los grandes han/hemos perdido -por ejemplo- la costumbre de salir a la vereda a tomar mate. El verbo "puertear" ha quedado reducido a un instante sexual y ya no es esa mezcla de chusmerío y sociabilidad que implicaba sacar una silla y el equipo de mate en los atardeceres de los meses cálidos. Obviamente, a grandes y chicos nos devoró la inseguridad. Recordé unas palabras del psicopedagogo italiano Francesco Tonucci. Él dice que los niños deben estar en la calle, su espacio natural. Y cuando le replican que no, que la calle es insegura, Tonucci responde que "la calle es insegura porque no hay chicos en ella" . Porque si nuestros hijos estuvieran en la calle, habría ad

Viejo discurso del Sutrati

Corría el año mil novecientos noventa y pico. Convocado por la Asociación de Crotos Libres, encabezada en su anarquía moderada por el croto Pedro Ribeiro, diserté en dependencias de la Sociedad de Fomento "El Martillo"en mi carácter de Secretario General del SUTRATI, Sindicato Unificado de Trabajadores del Tiempo, acerca de la explotación a la que somos sometidos. Al cumplirse en algún momento un nuevo aniversario de aquella fecha incierta, reproduzco aquí algunos posibles tramos de mi discurso. "Compañeros. En nombre del Sutrati quiero agradecer a (siguen dos o tres agradecimientos) por esta invitación. Una jarrita con agua habrá? (...) Cuántas veces, mientras esperamos que nuestro hijo salga de la escuela o que abra por fin la bicicletería para preguntar un precio, nos decimos con un dejo de resignación mezclado con autosatisfacción por encontrarle una vuelta al infortunio de la espera, "bueno, hago tiempo un rato" con tal o cual cosa. Hacemos tiempo,

CARTA ABIERTA A LA SEÑO DE JARDÍN

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Querida Seño Eugenia: Te agradecimos personalmente. Pero decido escribirlo, acaso para poder expresar mejor la dimensión de este “gracias”. Todos hacemos lo nuestro. Cada quien con su ocupación, con su trabajo, hace lo mejor que puede. A veces ponemos más ganas, otras menos. Y por cierto los agradecimientos no abundan, no es más ni menos –entendemos- que la responsabilidad que nos toca. Pero a vos sí queremos decirte gracias. Porque de todos los trabajos que existen, el tuyo tiene que ver con nuestra mayor riqueza: nuestros hijos. Y cada día del año dijimos gracias. Hoy, ya en la despedida, juntamos esas gratitudes para que te las lleves, para que tengas constancia de vos misma, de lo que pudiste generar en cada una de nuestras familias. Son pequeños gestos, tal vez. Contarnos que “hoy le dolió la panza”, que “hoy no quiso hablar”, que “se siente triste”, que está contento. Pequeño reporte cotidiano de nuestros pequeños, desde alguien

Reflexiones sobre la lámpara

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Qué cosas. Pienso en las mil y una peripecias que he pasado por esa lámpara. Escalé montañas crueles y sin nombre, navegué aguas poseídas por demonios, degollé, soborné, seduje, traicioné, dejé mi peso en sudor en tres desiertos. Fue mi obsesión y sentido de la vida durante más de veinte años. Hasta que dí con ella en un pueblo cercano a Estambul. Ya no importa cómo ni cuando, fue un paroxismo. La lámpara de los 7200 deseos por fin fue mía una tarde plagada de arena. 7200 deseos. No tres, no siete, 7200. Con fruición enumeré al genio 5 deseos esa misma noche. El sexto fue volver a casa, aunque en rigor mi casa era otra, la había reemplazado por un palacio en medio una isla que emergió del mar en el tercer deseo. 7200. Y pensar que no puede superar los 45 (de los cuales los últimos 10 fueron verdaderas estupideces, debo reconocerlo). Acaso por la carencia absoluta de necesidades mi imaginación finalmente se atrofió. La ironía del asunto es que ahora no sé donde carajo la puse

Cápsula del tiempo

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Habrá vida más allá de la vida? La pregunta vale también para las cosas. Algunas ya nos dejaron, otras lo harán pronto. Y como lo único tangible es nuestra capacidad de recordar, va aquí una primera lista a salvar de la extinción por olvido. Deseo conservar: el olor y el sonido de la máquina de escribir, el aroma penetrante de la tinta, el repiqueteo de las teclas (un sonido que cambiaba con el papel mal ajustado), la campana de fin de línea. El mecanismo de sube y baja para las mayúsculas, el racimo de letras enredadas. el perfume a galletitas molidas de la bolsita cuadriculada de jardín. el de cuero transpirado de la cartera de la escuela. el perfume compuesto de una chica de primer año: chicle bazooka, una colonia y el sudor de una mañana de noviembre. los zapatos Paggi a estrenar el primer día de clases. Los carbónicos, los secantes, el transportador de chapa, los sacapuntas y reglas que cambiaban de imagen al inclinarlos. Las galletitas insípidas de color claro con las figuras de

Mirar atrás

En pocos días pasó que me encontré, 20 años mediante, con unos amigos de la facultad; y dos personas cercanas tuvieron reencuentros parecidos. Y con tres modestos casos, ya estoy pensando en una regla general: hay cierta necesidad de no perder contacto. Los motivos, creo, saltan a la vista. Por si no, arriesgo cuáles son para mí: Solemos extraviarnos. A veces nos pasa, como dice el tango, que no sabemos qué bondi hay que tomar para seguir. Orillando los 40, también nos cansamos de emprender por lados desconocidos. Qué mejor entonces que desandar unos pasos y reirnos un rato con vivencias del pasado, que acaso nuestra memoria pudiera descartar en el futuro. Solemos cambiar. No somos exactamente lo que fuimos. Sí conservamos la esencia, y eso nos basta para no reconocerle al tiempo su trabajo. Pero cuando uno siente que algunos cosas ha aprendido, alguno soberbia se ha mitigado con las trompadas de la vida, quiere una charla con el que fue en el pasado (y ahí está uno traído hasta e

El grillito inmortal.

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Nada hay más difícil que encontrar un grillo en una librería. Podría estar bajo las mesas, en la vidriera, prácticamente en cualquier parte. Además es una búsqueda carente de sentido, porque no puede matarse un grillo sin que atraiga la mala suerte. Así que tampoco le pusimos mucho énfasis. Creo que ninguno quería admitir esa limitación cabalística ni verse suplicando a un insecto que haga silencio. Cri cri, cri cri. El tema era que había recital en el salón. Mi oficina, alguna vez comenté, es una suerte de camarín, de bambalina, de back de los números artísticos. Yo últimamente estoy medio podrido del arte, así que apenas respondo a las muchas frases que tiran los artistas, apenas despegando la vista del monitor donde juego poker on line. Estos estaban de negro, camisa negra, pantalones negros. Dos guitarristas virtuosos. Mientras uno tocaba en el salón, el otro esperaba en la oficina y también tocaba. No sé para qué, si toca bien. Para romper las pelotas. Y el grillo seguía a

Quiero un contrato con la Marvel.

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Llegué demasiado temprano, tenía como media hora hasta que salga la niña. Soy un enfermito de la puntualidad. Por un instante me quedé parado en la calle, porque si iba al kiosko a tomar un café no podría fumar; así que prendí uno y me quedé con cara de nada, apoyado en la puerta del auto. Se acerca un flaco con gorro de lana puntudo y una moto a la rastra. Me pregunta si sé de alguna otra estación de servicio, porque en ésta de enfrente no le cargan porque no tiene casco. Hago la cuenta, serán como diez o doce cuadras, demasiadas para arrastrar una moto. Le indico. El muchacho putea su suerte, y "cómo arranco la semana y la concha de la lora me están esperando en el trabajo". Te entiendo, le dije. Y él que se aleja con el cadáver exangüe de su moto hacia alguna parte. Me quedó una extraña sensación, una contradicción interna que aquí expongo. Porque podía haberlo ayudado (no lo ví en ese momento, vino a mi cabeza después): iba yo con una botella de dos litros que teng

Sobre la ley de medios, mi pequeño Kane

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Queridos otros habitantes de la tierra. Les escribo para comentarles que en mi país, la Argentina, se está dando una batalla retórica para sacar o frenar una Ley de Medios Audiovisuales acorde con las nuevas tecnologías. La que tenemos como vigente, data de plena dictadura militar. Aniquilada la razón, la cuestión se simplifica de manera razonicida a una reyerta entre el poder político autoritario del matrimonio K y el poder omnímodo del principal conglomerado meditático del país, el grupo Clarín. Después de dos décadas de alimentar al gigante con decisiones gubernamentales (como licuar su deuda en medio de la crisis del 2001, imprimir cambios a la ley con decretos que permitieran su expansión), el matrimonio a cargo decide que ya ha sido suficiente e impulsa una buena ley, pero la reduce a una dialéctica tan llana, que no hace sino facilitar que la aparente discusión, se transforme en una escolar guerra de tizas, donde los proyectiles son frases vacías que nadie termina de co

Alta en el cielo

Mientras un país lamenta la derrota con Paraguay, Lara tuvo su día de gloria: por fin le tocó ser abanderada. Mientras los taxistas dicen que hincharán por Italia, Lari sostiene la bandera nacional en el acto del día del maestro. Mientras los medios confunden el Estado con el Gobierno, el Gobierno confunde el interés colectivo con el interés personal, mientras puteamos al país confundiéndolo con las circunstancias coyunturales de sus habitantes, mi hija se para en medio del escenario con el corazón que no le cabe en el pecho. Abanderada por fin. Quién puede imaginar que tan aparentemente sencillo jalón dentro de la historia de una niña de 5, se transforme acaso en el día más feliz de su pequeña existencia. Y lo es. Y es para mí la expresión más pura del amor a la patria.Y lo disfruto más desde que descubrí que la patria y sus símbolos no pertenecen a los milicios, ni a los mamarrachos gauchescos ni a los chetos que van Wimbledon. Bien entendida, la patria puede ser el plan que nos

Un par de dibujetes tangueros

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PARA UN MUSEO DE LAS SERIES

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Capítulos de series que hicieron historia (en mí al menos): - El Chavo, cuando lo acusan de "ratero" y se va de la vecindad. - El Zorro, cuando Don Alejandro descubre que el enmascarado no es otro que el maraca de su hijo Diego. - La Isla de Gilligan, cuando casi casi se van con una máquina voladora, que el pelotudo grumete termina arruinando. - La familia Ingalls, cuando Laura cree que encontró oro, y en realidad es "pirita, el oro de los tontos". - Los picapiedras, cuando se encuentran con Los supersónicos. - El Agente 86, cuando cree haber sido trastadado a la Argentina y se le había antojado un churrasco. - Alf, el capítulo en que cría hormigas y se le mueren. - Viaje a las estrellas, un día que recogen un especímen peludo parecido a un escobillón y se reproduce y se les llena la nave. se escuchan más aportes para este museo.

Atchús

Ahora que no es hora para nada, me pesco este resfrío que me tiene mal traído. Congestionado y todo ando con ganas de hablar, como que extrañara las explayadas microfoniles . Pensar que a uno le pagaban por explayarse. Hablaría otra vez, en esta ocasión, del espectáculo decadente de la farándula vernácula. De la vieja disfrazada de cuervo o buitre. O de la gorda profética, uno de los sujetos más inútiles que ha dado la política nacional. O de la nada discursiva, de las no ganas de abordar temas que tenemos. Cuánto hace que no debatimos de algo los argentinos. Algo! Busco financistas para llegar al prime time de la televisión con un programa de debate sobre: educación, salud reproductiva , aborto sí aborto no, legalización de la droga, sexo- genitalidad prematura, embarazo adolescente, deuda externa, aborígenes desplazados de sus tierras, vida en pareja, marginalidad , economía informal, estándares de belleza, eutanasia, medicinas alternativas, sistema penal argentino, relaci

Lecciones de historia al pedo mientras viaja en el auto el autor del Blog y ve antes que amanezca unos barcos con las luces encendidas en el horizonte

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Y sí, es como te digo, piratas hay todavía. Por suerte están lejos, en el mar de la China. No, no es cerca. Sí, son malos, pero en vez de espadas te apuntan con ametralladoras. Es que los piratas eran malos, si no para qué eran las espadas. Y dónde perdieron el ojo, la pierna, la mano. Peleando claro. Sí, les sacaban el oro a otros malos. Pero no por eso eran buenos, eran malos que le robaban a otros malos, eso no te hace bueno. Con el tiempo los agarró Disney y los hizo simpáticos, pero menos mal que quedan pocos. PD: Con qué necesidad

Preguntas sin respuesta. En trance

Adónde vamos a llegar? Adónde queremos llegar? Para qué lado vamos yendo? No huelen en el aire un olor extraño? Juro que yo no fui, sospecho de la CNN. Con esa cara latina botoxeada. Algo se gesta que me indigesta sin haber dado bocado, ni siquiera creo estar invitado. Todos parecemos estarnos encontrando a excepeción de los perdidos. Y entre la tele con gatos y los políticos que hacen afuera, el zoo se descontrola. De seguro alguien, en algún momento nos va a morder, nos va a sacar un brazo y nos pegará con él. Yo endemientras me escondo en las cibernaderías de la vida cotidiana en las preguntas de respuesta imposible empujando el carro sólo rogando que no arranque y me deje a pie.

Desde el cielo las estrellas

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Se han muerto ya las que brillaban: Tato, Castelo, Fontanarrosa, Guinsburg, Peña (pertenecía a lalista B), Cascioli (director de la revista Humor). Se han opacado algunas rutilantes: Lanata, Gasalla, Les Luthiers, Pinti (no han notado en baja a estas dos?), Casero, Página 12, Serrat, los redondos... Perdieron su rebeldía algunas que ladraban a la luna: Pergolini, Posca, Petinato, Sabina, Gieco, Silvio, Maradona (alguna ayudita a la rata en el 95)... Y nos quedan estas estrellas de mierda todo el día en la tele: Süller, Mirtha, Moria, Susana, Winograd, Tinelli, Rial, los pumas de bengala que toman la leche en balde, Majul, Carmen Barbieri. A tono con los políticos en la palestra: De Narvaez, los K, la Carrió, Mauri, Cobos... Si esto que nos queda es un grupo de referentes de lo que somos los argentinos, yo quiero tramitar la ciudadanía marroquí.

La Argentina inconciente

Buena parte de la culpa, otra vez, la tiene la izquierda nacional. De su ahora no tan amplio espectro, una parte optó (ya desde 2003) por encolumnarse con el gobierno y la otra por quedar a mitad de camino preguntándose hace 6 años qué será mejor. Sus cuadros desencuadrados vagan por el desierto predicando verdades que el viento disipa. Del otro lado, la derecha gritona va tomando coraje para vengarse de cada gesto progresista conseguido por el gobierno y su zona de influencia. Aplastan en un mismo pisotón la mierda real que el gobierno no ha querido corregir y cuanto atisbo de justicia pueda contarse del kirchnerato. Son irracionales, chabacanos, inorgánicos, pero se están cocinando con el caldo gordo que les calienta el puto periodismo nacional. Y lo que intoxica es la mezcla. Los periodistas y medios que antes semejaban ser progresistas, ahora -decididamente ahora que pasaron las elecciones y los K mordieron el polvo- son cuasi golpistas. Confunde que el golpe lo disfracen de más de

No bailo no

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Y seguimos con las quejas (siempre está la paradoja que quien ingresa a un blog lee primero lo último, con lo que se sería más apropiado decir "empezamos", pero bueno). En este caso es una módica queja por una fastidiosa costumbre cinematográfica. Anoche vi "Quien quiere ser millonario". Una película interesante, hindú, sobre un chico orejón que participa en un concurso televisivo y gana, y sospechan que hace trampa pero no. La película está muy bien, posee desde originalidad, dramatismo y suspenso, hasta denuncia social y un toque de rebeldía por la creencia en castas de la India, cosas que no tienen películas como Más barato por docena. Ponele que me hizo angustiar en un momento, o en varios. Y acá viene la denuncia del día: es necesario que al final los actores hagan una coreo en los andenes? Qué es esta moda de meterle bailecitos pelotudos a todo? Que lo pongan en "Las vacaciones de Mr. Bean" pase, pero a ésta había que meterle esta pelotudez? Es como

De Walsh a Ronnie Arias

Ya me tenía harto el rock chabón. Ese rocanrrol de garage, con fanáticos tribalizados, cortes de pelo especiales, voces roncas de sus vocalistas y la pseudo rebeldía consistente en hablar del faso como si con eso se le tocara alguna parte del culo al sistema. Pero ahora he descubierto un plus ultra super del hartazgo mío interior por las imposturas humanas: los noteros que se hacen amigos de los chorros. Meta viajar por el conurbano, meta charla con el hampa de poca monta, la televisión nos viene inundando con los hijos bastardos del original Fabían Polosecki, puestos a ufanarse del relativo riesgo de internarse en cuanto submundo se les va ocurriendo. Que te mostramos cómo son los pandilleros, que tomamos mate con ellos, que nos enseñan a desvalijar una casa. Trataré de darme sentido. Por empezar, y desde el vamos, evacúo sobre si a la gente le gusta o no le gusta este tipo de programas de América o Telefé. A la gente le gustaba Blumberg y a más de uno mandé a cagar con su juntadita

La dignidad del artista

"Me hubieran dicho que no venían. Tanto correo, mensajito de texto, cuando me los cruzaba por la calle. Todos sí claro, ahí estaremos, firmes. Y después no vienen, para qué dicen" rezongaba el cantor mientras se cambiaba en mi oficina. Los pantalones planchados reemplazaron a los jeans, zapatos lustrados a los de guerra, una camisa inmaculada. "Viste como es esta ciudad - traté de mitigar desde atrás de mi escritorio - es impredecible. Te acordás lo que le pasó al viejo Polera cuando lo trajo a Ricky Martin. Tuvo que abrir las puertas del estadio y regalar las entradas. Sólo en Mar del Plata pasa eso". Y mientras en el salón una amiga del cantor vendía tarjetitas a las pocas personas que vinieron a escucharlo: "es totalmente aleatorio, capaz que cuando menos lo esperás, cuando menos prensa hiciste se te llena, es inexplicable, depende el humor de la noche". Y él que me cuenta una anécdota de Uruguay, de un viaje suyo en que lo fue a escuchar a Benedetti le

Carta abierta a la niñez de mi hija

Hola niñez. Iba a escribirte una carta de despedida cuando te fueras, pero decidí en cambio escribirte mientras aún estás. Porque los homenajes hay que hacerlos en vida. De todos modos, si miro para adentro, todavía está conmigo la niñez que supe tener. Aparece de vez en cuando, viendo la tele, jugando con Lari a los muñecos o cuando la adultez me arrincona y me pregunta cosas que no sé responder. Gracias niñez por estar con mi hija todavía, te lo digo mientras hacés tus valijas despaciosamente. Gracias porque otras, a esta edad, ya se han ido en un abrir y cerrar de ojos. Vos sabés que vivimos en un mundo que no las quiere a ustedes las niñeces. Hay pequeñas personas sin niñez porque, sencillamente, se las esperaba para poner en sus bracitos responsabilidades de grandes. Se las ve juntando cartones, vendiendo diarios, abriendo puertas, cuidando autos, acarreando hermanos, recogiendo frutillas con barro hasta las orejas. Hay humanos nuevos que por un rato fueron niños. Después v

Choque esos cinco

Me han comentado que en España, sitio otrora próspero y ahora con padeceres argentinezcos (eso por dejar entrar a tantos de los nuestros, somos como la gripe porcina), no tienen tanta costumbre de manifestar físicamente que se está ante otro ser humano. Como que un hola alcanza. Acá en cambio prodigamos besos confianzudos a diestra y siniestra, aún a gente que vemos por primera y única vez en nuestra vidas. Un paso antes de tanta baba se hallan nuestros apretones de manos. Hay esttrechadas que parecen de filet de merluza, las hay bien o mal colocadas, las hay intensas y algunas son interminables, produciendo una incomodidad pasajera. De lo que estoy harto es de esa subespecie de apretadores de manos que hacen de ese gesto una suerte de comprobación de su propia virilidad. Te la estrujan como quien retuerce una valerina y sentís cómo te cruje hasta el último hueso sin que puedas decir ni ay a riesgo de perder el puesto de macho alfa que se encuentra en disputa. A esos hijos de mi

Un pensamiento para el más allá

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Hola, tanto tiempo! Dejaré aquí un pensamiento breve que me asaltó en una noche de insomnio y que quiero registrar para la posteridad. En una de esas, en el futuro lejano, un investigador accede a este blog de casualidad y este pensamiento se convierte en una frase de culto y me ponen al lado de Bernard Shaw, Jauretche o Platón. Va (y ojo que amo la vida como loco), ahora sí va: "Si el suicidio tiene como precio la condena eterna, conviene arrojarse de edificios altos. Da el tiempo suficiente para encontrar una razón para seguir vivo y transformarlo en un accidente" Bueno, es eso. Si alguien frecuenta esta mina abandonada, les diré que tengo planes de volver y quitar las telarañas. hasta luego piensenló

Boletos

Ignoro por completo como se compone el Concejo Deliberante. Sé que Vanesa hace lo mismo. En épocas pretéritas en que hacíamos El Puente, era todo un desafío conocer el nombre de uno y cada uno de los curules, sus conexiones ideológicas, las bancadas a las que pertenecían por el voto o por sus borocoteadas, las comisiones de las que eran parte. Como director de la carrera de Periodismo en Eter, no debería hacer confesiones de esta naturaleza, sobre todo por la desinformación de la que nos cuesta sacar a los alumnos. Pero me justificaré diciendo que, en todo caso, la incorporación de esos datos no lleva más que una mañana dibujando sobre una hoja el plano del cuerpo deliberativo. Mi reconocimiento apunta a poner énfasis en la unidireccionalidad de una de las partes en que se divide el poder local. Bah, el poder local. Bueno sí, el poder local verdadero utilizando el poder formal. No teniendo la obligación de hablar por un micrófono todas las mañanas, emprendo la lectura de los diari

Hice una nueva entrada!!!!!

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Obviamente, este blog no es google como para que se haga menester andar pidiendo disculpas por la inactividad. Pero, dado que algunos amigos se dan una vuelta de vez en cuando, me siento como culposo por el tiempo que pierden buscando algún nuevo aporte. Tonterías mías. Pero de qué sino de tonterías propias se componen los blogs? Me he dado cuenta que a mayor ocupación laboral, menos es el tiempo que me queda para disquisiciones, tribulaciones, lamentos y ocasos. Llego al punto en que busco en vano esos dilemas existenciales que de alguna manera me definían. Y nada, he pasado de Libertad a Mafalda, luego Miguelito, más tarde Felipe y ahora Manolito. Me asombra como en uno mismo pueden cohabitar tantos estilos vitales, dependiendo la circunstancia. Ojo, no me quejo (eso es lo insólito!!!). Pero ando con un je ne sais quoi. Mi amigo Julián dice que el blog nació por la falta de goles, por la necesidad de meter uno en la faz virtual, mientras la vida real me llenaba la canasta. Ahora no e

Sólo quiero decir basta

Hay que encender todos los dispositivos de comunicación que se encuentren a la mano. Desde mensajes de texto hasta blogs abandonados, paredes escritas con un pincel, paradas escritas con una fibra, cadenas, spams , palomas mensajeras, comentarios de ascensor, plegarias silenciosas, discursos enconados, zapatos voladores, tambores redoblantes. Hay que decir basta a la matanza. 640 palestinos murieron desde que empezó el ataque israelí. Según fuentes de Gaza y ONG , la mitad niños, mujeres y ancianos. Basta de una vez al chantaje sentimental que nos retiene la puteada al salvaje victimario: no pueden evitarse la repetición de holocaustos generando nuevos holocaustos, como no podemos comernos a los caníbales para acabar con el canibalismo. Basta de tolerancia al declamado progresismo de nuestro gobierno. Es increíble que la misma cara que avanza contra los genocidas de la dictadura, se esconda tras las cortinas avalando con el silencio lo que dice combatir en la historia. Ese supu