Monster Coop
Sobre todo de chico, al cerrar los ojos para dormir, me asaltaba la fantasía que un ser horripilante me observaba desde un rincón del cuarto. Podía ser un muñeco o un vampiro lo que se quedara inmóvil allí, mientras intentaba conciliar el sueño. Quien fuere lograba que no sólo me costara hacerlo, también me daba pánico abrir los ojos. Pero encontré una forma de neutralizar al ente del insomnio, lo racionalicé. Entendí que no importaba lo que fuera, cualquier cosa extraña a mi habitación me daba el mismo terror. Un pingüino, una momia, un perchero que antes no estaba ahí, un cuadro apoyado en la pared, todo lo que no haya estado con la luz prendida, tendría el mismo efecto terrorífico. Entonces, por qué presentir un sólo y único agente parado frente a la cama, por qué no traerlos a todos. Fue así que convoqué a cuanto monstruo urdía mi imaginación. La lista podía estar compuesta por: una momia, el payaso de It, la chica de La llamada, Fredy Krueger, el hombre lobo, una muñec