Viajeros en el tiempo (Crónica Gatuna I)
Me convertí en lo que siempre desprecié, un comentador de las actividades de su gato. Será su magnetismo, la sabiduría ancestral aparente, su autonomía, qué se yo, se ha escrito más sobre los gatos domésticos que sobre la lluvia. Ambas son pulsiones irrefrenables, parece. A las 24 hs ya entendió la idea de mear y cagar en las piedritas,es un alivio. Mi preocupación ahora es que no se coma a los peces. Por las dudas, en esta primera mañana en que Chaplin y los peces estarán juntos (y espero que no unos dentro del otro), dejé un pesado libro de inglés y arriba la plancha con su caja que me donó mi madre, todo sobre una reja con la que inicialmente prometí protegerlos, pero no creí que fuera a alcanzar. Vale consignar que la reja era el entrepiso de la jaula de un hamster que falleció hace ya mucho. Por ahora, este amasijo de pelos negros prefiere estar cerca de la ventana del comedor adonde da el sol de la tarde. Ahí también está el ficus que nunca crece y que ahora nunca crecerá, p