Aire
En mi ciudad el aire se detuvo. No que paró el viento, ni baja presión: el aire se detuvo por completo. Tan extraño es, que me siento en necesidad de explicar sus consecuencias. Cuando el aire fluye como debería ser, las fauces humanas y animales, las hojas de las plantas, reciben oxígeno mezclado con otros gases de manera contínua. Es como tomar el caldo de una sopa. Uno chupa el caldo más cercano en la cuchara y luego viene a la boca el caldo que rodea a los fideos, hasta que quedan solo éstos pegados y uno los come y recarga sin dejar de sentir el líquido en la lengua. El movimiento del aire ayuda a tener una constante provisión de oxígeno. Cuando mucho, puede pasar que por un incendio o el escape de un auto, éste venga algo reducido, pero el gas vital llega lo mismo. Como en mi ciudad se detuvo el aire, están pasando cosas extrañas. Las personas deben moverse todo el tiempo como tiburones. Agotado el oxígeno de la inhalada de acá, deben dar la siguiente un paso más allá, gene