Rumbos
Ciertamente podría referirme a las elecciones, al precio de la calabaza o contar el choque del lunes. No obstante, he descubierto que lo que más me motiva es indagar acerca del sentido de la vida, filosofar de a pie, hacerme las mismas preguntas que siempre nos hemos hecho. Una frase que siempre repito: para quien no sabe adónde va, nunca soplan vientos favorables . Recientemente me topé con un contra apotegma: ir por allí sin rumbo, es la mejor manera de conocer lugares nuevos. Pero de una cosa estoy convencido: mientras uno no sepa cuál es exactamente el norte, todo lo que ocurra revestirá el carácter de accidente, sean buenas o malas todas serán sorpresas. La vida es impredecible como el mar y es bien complicado caminar sobre sus aguas.