Los mortífagos

  
En Las reliquias de la Muerte los tres héroes intentan encontrar las siete partes en que El Señor Oscuro dividió su ser, los horrocruxes; cada uno debe ser hallado y destruido, sin que sea sencilla ni una acción ni la otra. Lord Voldemort dividió siete pedazos de su alma en sendos objetos, hechizo cuyo peaje fue cargarse a siete personas. Así, la total aniquilación de Quien No puede ser Nombrado, dependerá de la destrucción previa de esas cosas impregnadas de mala onda.
 Mientras el trío de oro se hace de cada objeto y trata de romperlo, los mortífagos se han apoderado del Ministerio. Desde esa cumbre del poder mágico los malos inician una purga masiva, tratando de borrar de la faz de la tierra tanto a los de sangre impura como a los sediciosos que juegan para el bando del bien. Ni Hermione ni Harry están particularmente preocupados por esa casa de brujas, la una porque su padres muggles ya ni la recuerdan (les mandó el hechizo Obliviate y hasta desapareció de sus fotos), el otro porque es un pobre huérfano. Pero si Ron Weasly. Su numerosa familia, empezando por su padre, ha sido y es militante del kirchnerismo mágico, con cargos en el Ministerio y adscripción a la Órden del Fenix. Así que el pelirrojo se la pasa escuchando am 750, donde -al mejor estilo de Radio Colonia en Dictadura-  van dando la lista de los perseguidos y los detenidos "Sala, Milagro; Boudou, Amado; De Vido, Julio; Kirchner, Florencia; Zanini, Carlos..."  La radio también da cuenta de los negocios que han sido cerrados por la política del nuevo Gobierno. Olivander debió bajar persiana en su Casa de Varitas, y así le siguieron miles y miles de empresas medianas y pequeñas, como Cresta Roja, Paquetá. Muchísimas otras están con procedimiento de crisis o han presentado quiebra. Con hechizos que van desde Petrificus Totalus a Avada Kedabra, la lista de caídos en el sistema productivo se hace interminable. Y ahí está el bueno de Ron, con la cabeza pegada a la radio y el corazón al borde del colapso, esperando que en cualquier momento sea su propio apellido el reportado entre las bajas.

  Encuentro paralelismos con la situación actual. Incluyendo la necesidad de romper todos los horrocruxes que haya dejado el hijo de puta de Macri, sin olvidar a María Eugenia Nagini Vidal, que es igual de peligrosa.
Buenas noches.

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