Es un afano, suspendanló


Octubre se acaba y el año acaba con nosotros. Así como cada Navidad sirve para inspirarnos acerca de la incongruencia latitudinal de nuestro menú, esta altura del año me sumerge una y otra vez en la misma inútil conclusión: no damos más. Nuestros coterráneos se arrastran de un laburo al otro, lloran al levantarse para ir a la escuela y el recuento del calor en el borde inferior de la tele es una práctica obsesiva y carente de todo sentido: "tengo calor + a ver cuánto hace = con razón tengo calor ó = no, no hace tanto calor, por qué tengo calor entonces", etc. Esa necesidad de ir con las mayorías sobre un terreno alfombrado por encuestas.

Para no hacerlo más largo porque tengo que hacer, propongo que el nuevo gobierno agregue el famoso día Osvaldo y acorte el año en dos o tres meses, que todo acabe en un gran Oktubre.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¡Claro si! Muy original el tipo
¡Y YO QUEEEEE!
Osvaldo